CUENTO DE OTOÑO
lmi era un árbol de hoja caduca muy joven, al que le encantaba divertirse gastando bromas al resto de árboles del parque donde él vivía.Pero de repente, justo cuando llegaba el Otoño, dejaba de hablar, y de gastar bromas, se ponía tan triste cuando veía que se le caían todas sus hojas al suelo que parecía otra persona.Un día, un amigo de Olmi, planeó hacerle una fiesta sorpresa para que se animara y volviera a ser el mismo de antes. Lo tenía todo preparado, ya estaba todo a punto.Olmi estaba a punto de irse a dormir, “Buenas noches a todos, que descanséis“, les dijo al resto de Olmos del parque.
Pero de repente, empezó a escuchar la música de su amigo El árbol Play, hecha con el ruido de sus ramas y con la boca.La cara de Olmi era de asombro, ya que era la hora de irse a dormir… y no entendía que Play se pusiera a cantar. Y justo en ese momento, el resto de árboles empezó a tirar serpentinas y globos de colores. Le pusieron un gorro de fiesta a Olmi y le dijeron:
“Amigo, hoy es el día de tu fiesta de Otoño. Vamos a divertirnos“, le dijo su amigo, el árbol Play.
“Pero no tengo ganas de fiestas, sólo quiero irme a dormir”, dijo Olmi.
“Mira Olmi, tienes que fijarte en nosotros, y aprender que el Otoño no es triste. Nosotros los Olmos perdemos todas nuestras hojas en esta estación del año, pero para la primavera nos vuelven a crecer. ¡Así que venga anímate!”Uno de los Olmos más viejos del parque, le explicó a Olmi, que los árboles de hoja caduca tienen una función muy importante para el cuidado del medio ambiente, y es que permiten pasar la luz durante el Otoño y el Invierno, cuando las horas de sol disminuyen.
Así fue como Olmi aprendió a que no debe ponerse triste al perder las hojas con la llegada del Otoño, y disfrutó de la fiesta que le habían preparado sus amigos los árboles.
FIN
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